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jueves, 21 de octubre de 2010

Instrucciones para llorar

"Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos."
[Putas instrucciones, ¿se creen que somos subnormales?]

sábado, 9 de octubre de 2010

Una de sueños


Buscando en el Baúl de los recuerdos se encuentra lo último: la bombonera tradicional en piel beis, los mocasines de la etapa colegiala, el Jane Birkin de Hermès o el viejo estampado de logos de Fendi. Los accesorios se hacen pragmáticos, porque pocas cosas hay más alcanzables que husmear en el armario de mamá... y si hay que invertir, que sea en clásicos de larga duración. Ahora bien, las cosas nunca son tan sencillas, y al menos en el anhelante mundo de la moda, que en estos tiempos locos gusta más que nunca de los extremos. Así la elegancia más sencilla convive con el frenesí de iconos como Lady Gaga y la evocación de eras y paisajes románticos: La Edad Media y sus brocados, la Inglaterra Victoriana, el Polo Norte...Siempre que se eviten los anodinos términos medios, este otoño no hay límites.

vogue.